Apuntes de la Jornada sobre el papel de las TIC en el crecimiento de la Productividad

El pasado 6 de Junio en CREA nos reunimos para hablar de TIC y economía. Tenía desde entonces pendiente resumiros mis apuntes.

Matilde Más estuvo magnífica en su presentación. Supo comunicar con precisión y claridad información relevante sobre la evolución de la economía durante los últimos 20 años y sus especiales relaciones con la mayor o menor inversión TIC por países y sectores.

Tuvimos ocasión de conocer resultados recientes de su investigación, un adelanto de lo que será el primer capítulo de una monografía a publicar en un año. Sus datos se han ampliado en dos direcciones: incorpora ya cifras del año 2005 y realiza una exhaustiva comparación internacional, a partir de la información obtenida del proyecto EU Klems, en el marco del cual se ha elaborado una base de datos homogénea para toda la Unión Europea y algunos países claves como EEUU, Japón o Australia.

Matilde revisó en primer lugar el comportamiento agregado de la economía para luego bajar a un análisis sectorial, agrupado en tres categorías:

• Productores TIC
• No productores de TIC, intensivos en el uso de las TIC
• No productores de TIC, no intensivos en el uso de las TIC

A nivel agregado, global, quedó claro que la economía española se ha desarrollado a base de «transpiración» y no de «inspiración». Hemos crecido a base de inversión y muchas horas de trabajo, pero con un peso muy importante de la inversión no TIC, y con muy pobres resultados en incremento de la productividad, «encefalograma plano» fue como se calificó. La situación era favorable, el país ha progresado a tasas elevadas, pero la actual crisis económica no parece que vaya a permitir continuar esa tendencia con resultados positivos.

El sector TIC y el no TIC intensivo en el uso de las TIC han compensado a base de buenos resultados en productividad los negativos resultados del sector no intensivo en el uso de las TIC. La contribución de los sectores intensivos en TIC al incremento de la productividad ha más que duplicado su peso relativo en la economía.

Matilde pasó a analizar las fuentes del crecimiento de la productividad en el periodo 1995-2005. Calificó las PTF –Productividad Total de los Factores– como la medida de la «inspiración» frente a la transpiración: la habilidad con que combinamos y explotamos la inversión que realizamos con el resto de los factores clásicos, capital y fuerza laboral.

En eso no vamos bien. Frente a países donde las PTF son el mayor factor en contribución al crecimiento de la productividad, en España restan. Matilde lo tituló «Uso ineficiente de los factores de producción y penetración de las TIC», señalando el escaso nivel de inversión TIC en nuestro país para desde ahí citar un «factor umbral» que explicaría la ineficiencia de las mismas. O invertimos lo suficiente, o no llegamos al nivel necesario para obtener rentabilidades de forma eficaz.

Lo que en ningún caso quiere sugerir invertir sin criterio. Ha de combinarse inversión con innovación, y especialmente con cambios y adaptaciones en las organizaciones. Como dijo Matilde «esto de las TIC no va con la organización jerárquica que todos hemos conocido».

José Félix Muñoz presentó el estudio del OASI –Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información– sobre las empresas en Aragón para el año 2007. En breve se colgará en su web.

En general los datos sitúan a Aragón en la media o por encima de ella frente al resto de las regiones de España, líderes en el aspecto de cobertura de banda ancha hasta el hogar. En otras palabras, disponemos de unos medios por encima de la media, pero su uso se sitúa por ahora en la media española. La condición básica, la disposición de recursos, está cumplida, en buena parte gracias al esfuerzo que ha venido realizando el Gobierno de Aragón estos últimos años en extensión de las comunicaciones a una autonomía especialmente complicada para ello por su orografía y extensión.

En mi opinión hay que felicitar a Fernando Beltrán y su equipo por ello. Ahora la asignatura pendiente es crecer en el uso de esos medios, algo que no se producirá de forma espontánea, sino que requiere un plan y la colaboración -y coordinación en lo posible- de los agentes sociales, si queremos tener éxito.

Por último llegó la mesa redonda. Simón Sosvilla defendió en detalle el uso de los prestamos tecnológicos por parte de la administración, como medio para incentivar la inversión en esta materia. Mostró datos precisos de cómo el esfuerzo que las administraciones pueden realizar en ese sentido se ve recompensado no sólo directamente a través de la mejora de las entidades receptoras de los créditos, sino indirectamente a través de impuestos y otros retornos generados por el crecimiento económico esperable. Este retorno lo cuantificó en en más de un 30%, si no recuerdo mal.

Diego Martínez comenzó avisando sobre el posible carácter provocador de su intervención. A mí no me lo pareció, por más que sus intervenciones fueran duras. Pero así es como estamos, no por dejar de analizarlo va a mejorar.

Comenzó refiriéndose a la paradoja de Solow, premio Nobel de economía, quien en 1987 afirmó

You can see the computer age everywhere these days, except in the productivity statistics
Actualmente puedes ver la era informática en todas partes, salvo en las estadísticas de productividad

Solow realizó esta afirmación en un contexto económico americano sobre el que se pueden hacer numerosos paralelismos con nuestra situación actual. Las inversiones TIC no habían alcanzado el nivel crítico necesario, las organizaciones estaban todavía en pleno proceso de adaptación al nuevo entorno en orden a aprovecharlo adecuadamente.

Pero esto no debe relajarnos, esperando que el paso de los años repita el camino exitoso que realizó EEUU poco después de la afirmación de Solow. Diego afirmó que la brecha digital de España con los países avanzados no se cierra: crece. Eso sí que duele. Desgraciadamente parece tener mucha razón, los últimos datos así lo indican.

Hay que tomar medidas decididas.

Por último, Antonio Montañés habló de cómo se ha portado Aragón. Estamos entre los líderes nacionales en intensidad de inversión en innovación así como en crecimiento de la productividad, en buena parte gracias a las inversiones TIC. No vamos tan bien en cuanto a la I+D, sin embargo.

Somos una región innovadora con un fuerte impulso tecnológico. Nos situamos bien en el contexto nacional, pero muy lejos del europeo.

Y con todo ello nos quedamos, haciendo rum-rum en el cerebro.

El acto fue organizado por IDiA y ADETRE, con la colaboración de CREA y Ciencia y Tecnología del Gobierno de Aragón.