
Hoy tocaba salida de Otoño con el grupo de Senderismo del Juan de Lanuza, esta vez al Tozal de San Salvador.

Hemos subido desde la pradera del Monasterio nuevo de San Juan de la Peña, 2 horitas de paseo hasta el tozal, a marcha muy tranquila.
El clima ha sido perfecto, las vistas diáfanas e interminables sobre el Pirineo. ¡Qué placer la subida y la compañía!
Unos felices, otros frustrados: así han debido quedarse los numerosos buitres, a pesar de su cercano seguimiento: nada que comer entre tan numeroso grupo.
De bajada, miles de setas. Comestibles o no, es lo de menos. Fotografiables… ¡todas!
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