El proyecto Effort, sobre el que escribí aquí, inicia su segunda fase estos días.
El objetivo de esta fase es elaborar una serie de recomendaciones para el diseño de políticas en relación a clusters empresariales.
Se dirigirán a dos ámbitos
- Policy makers: gobiernos regionales y estatales
entregando a los gobiernos una lista de acciones y prioridades útiles para apoyar a los clusters europeos en su esfuerzo por crecer en dinamismo e internacionalización - La Unión Europea en sí
orientadas a presentar una hoja de ruta en materia de investigación para aquellos campos que más beneficien a los clusters empresariales
IDiA es uno de los 10 clusters europeos (cada uno de ellos en un país diferente) elegidos por su cualidad innovadora para colaborar en esta segunda fase. En ese sentido hoy me ha tocado rellenar un relativamente largo cuestionario que abarcaba, entre otras, preguntas relativas a
- La organización del cluster en sí
- Cómo colaboramos
- Los objetivos que nos marcamos
- Nuestra forma legal
- Factores cláve de éxito
- Principales barreras
- Nuestra relación con las instituciones regionales y nacionales
- El papel de las TIC en todo ello
- Las características de las relaciones
- Tipos (proyectos comunes, proveedor-cliente…)
- Locales – extendidas
- Estáticas – dinámicas
- Emparejadas o no
- La importancia de la confianza mutua
- La existencia o no de políticas regionales específicas
- Principales carencias
- Facilitadores / barreras
- Necesidades a cubrir
El cuestionario dedica casi un 50% de su extensión a explorar las posibilidades que abre la colaboración en áreas TIC al crecimiento de los clusters, lo que resulta muy significativo y alentador. Hay que tener en cuenta que nuestro cluster es en esto un tanto excepcional por su carácter horizontal y centrado en las TIC.
Como sabréis, para nosotros la principal barrera actual es la visión de algunas entidades nacionales, que conciben las Agrupaciones Empresariales Innovadoras como agrupaciones sectoriales y verticales. Ayer me confirmaban desde Effort que su estudio va en otra dirección, más acorde a nuestra realidad horizontal, abriendo así multitud de oportunidades basadas en el interés compartido y la confianza proveniente de no competir internamente.